
El sábado 10 de octubre, a partir de las 9:30 hs. y hasta las 18:30 hs., nos reuniremos en la Escuela 20, ubicada en Castelli esquina San Juan, para compartir experiencias en el "Encuentro por el derecho a la Tierra, la Vivienda y el Hábitat".
La intención es pensar en conjunto respuestas para algunos cuestionamientos, tales como ¿Qué barrio tenemos y cuál queremos? ¿Qué ciudad tenemos y cuál queremos? ¿Cómo construimos nuestro hábitat? ¿Cómo nos organizamos?
En nuestra municipalidad y en sus gobernantes no hay lugar para el diseño de Políticas habitacionales locales, ya que dependen de la voluntad y los recursos que envían el gobierno provincial y el nacional, con el agravante que, cuando los reciben, éstas fueron pensadas a 500 km de distancia y no sirven para solucionar los verdaderos problemas sociales de nuestra vecindad.
Lo último que apareció -luego del fracaso de los complejos habitacionales construidos en los Planes Federales (“re localizaciones” mediante)- son las obras de reconstrucción de las veredas en las plazas del centro y macrocentro.
Para estas obras se están utilizando recursos del "Programa de mejoramiento habitacional e infraestructura básica II" (PROMHIB II).
Este programa tiene como objetivo primario “brindar mejores condiciones de habitabilidad, de higiene y de salud a la población, con serias carencias en el desarrollo de infraestructura habitacional, mediante la asistencia financiera para el mejoramiento de las condiciones del hábitat a través de la construcción de viviendas, equipamiento comunitario y obras de infraestructura básica”.
Esto significa que se están utilizando recursos que deberían tener otra finalidad, ya que en el resto del país, más del 80% se destinan para vivienda y mejoramientos habitacionales, el 15% para espacios comunitarios (escuelas, guarderías, bibliotecas) y el resto para infraestructura (desagües cloacales, red de agua y cordón cuneta).
Pero además están discriminando a las Cooperativas de Trabajo (en esta nueva política nacional de bajar el desempleo y el clientelismo), ya que a éstas se les encomienda la reconstrucción de veredas en las plazas de los barrios de la periferia, pagándoles $ 35.000,- para mano de obra, algo así como $ 100,- el m2 (y encima no se los pagan); mientras que a algunas empresas privadas, tales como Plantel o Consca, les dan las plazas céntricas, Pueyrredón, Rocha, Mitre y Peralta Ramos, a razón de $ 600.000,- para materiales y mano de obra, por plaza, algo así como $ 400,- el m2 o más.
¿La diferencia es interesante no?
Digo: La diferencia de tener políticas habitacionales propias, descentralizadas, auto y cogestionadas, pensadas, realizadas y controladas desde los vecinos y para los vecinos.
Podemos seguir padeciendo este exceso de políticas antipopulares o comenzar a reunirnos para intercambiar, diseñar, organizarnos y avanzar hacia la recuperación de la plusvalía urbana, por el interés social por la vivienda digna y por el derecho a la ciudad.
El 10 de octubre es una buena oportunidad para convertir en praxis, teoría y acción, algo de lo mucho que cada uno de nosotros tiene como experiencia. ¡Ojalá nos encontremos!
Eduardo J. Layús
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