Francia, Estados Unidos y Holanda han anunciado que acelerarán todos los trámites para que cientos de niños haitianos, víctimas del terremoto puedan ser trasladados a estos países y adoptados legalmente. España prohíbe terminantemente la adopción de niños de países en guerra o que hayan sufrido catástrofes de cualquier tipo. Madrid tan sólo aprueba las adopciones que ya estaban en trámite antes de la catástrofe. Entretanto, Holanda ya ha recogido a 100 menores cuyos trámites se habían completado y Francia había manifestado su interés de acelerar el proceso de adopción de más de mil niños. Declaraciones en igual sentido se han escuchado desde el gobierno estadounidense.
A Unicef, la salida masiva de niños del país le preocupa mucho. La organización comparte plenamente la iniciativa de apresurar algunos de los procesos que pudieran haber estado prácticamente finalizados antes de la tragedia pero advierte sobre los enormes riesgos que trae, acelerar y forzar unas adopciones masivas en el actual clima de caos que se vive en Haití: “pensemos que puede haber un papá o una mamá desesperados buscando a su hijo. Ha pasado solamente algo más de una semana del terremoto, la gente sigue buscando entre los escombros, sigue intentando organizase y sería muy duro tanto para los niños como para los padres que los pudieran estar buscando, un desarraigo así”, señala Tamar Hahn, Oficial Regional de Comunicaciones para América Latina y el Caribe.
Otro de los grandes riesgos que se plantea ante la salida masiva de menores, es el tráfico de niños. En Haití, según Tamar Hahn, ya se presentaba el fenómeno de adopciones ilegales en un país que antes del terremoto contaba con alrededor de 400 mil huérfanos. El tráfico podría verse reforzado con el actual caos en el país. Es por ello que Unicef y sus asociados, entre ellos el Gobierno de Haití, la Cruz Roja y Save the Children, están estableciendo espacios seguros para los niños y las niñas, y ha comenzado ya el proceso de inscripción de los niños y niñas no acompañados.
Comida y cobijo pero también protección
Las organizaciones humanitarias están volcadas en prestarle a los menores haitianos –según cálculos preliminares unos 500 mil niños podrías estar afectados - la ayuda básica. Sin embargo y luego de 9 días del terremoto, se necesita garantizar la seguridad de los niños. Tamar Hahn de Unicef teme por los cientos de menores que deambulan solos por las calles de Puerto Príncipe: “Estos chicos son los más vulnerables; expuestos a violencia y a abuso”.
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