Chile Inaugura el Museo de la Memoria
Se ha inaugurado en Chile el Museo de la Memoria, lugar donde se recogen testimonios, fotografías y documentos de las víctimas de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Chile es, desde este lunes, uno de los pocos países que cuenta con un Museo de la Memoria. Es un dato que llama la atención, si tenemos en cuenta el elevado número de conflictos, dictaduras, guerras y períodos negros que ha vivido la Humanidad hasta nuestros días. El debate se establece entre quienes consideran que es mejor pasar página y no recrearse en el horror del pasado y quienes opinan que debemos recordar la historia para no cometer el error de repetirla.
El abogado Roberto Garretón, especializado en derechos humanos, tiene clara la respuesta a esta disyuntiva, y así lo dice en entrevista con Radio Nederland: “Lo terrible que hay que recordar para siempre son las cosas horrorosas que causó el ser humano a otros seres humanos, eso no se puede olvidar, porque establece un quiebre del pacto social demasiado profundo, establece un límite moral entre quienes estuvieron de un lado con quienes estuvieron del otro lado”.
Escuche la entrevista al abogado chileno Roberto Garretón
Profundización democrática
El escritor peruano Mario Vargas Llosa, como director del museo de la memoria que se prevé abrir en Perú, fue uno de los solemnes invitados a la inauguración oficial del Museo de la Memoria chileno, que este martes abre sus puertas al público en Santiago de Chile.
La apertura del museo será uno de los legados de la presidenta Michelle Bachelet, cuyo mandato está próximo a terminar. El abogado Roberto Garretón no está de acuerdo con quienes relacionan la inauguración del museo con el contexto electoral que vive el país, y recuerda que Bachelet puso la primera piedra del museo hace un año atrás.
Si bien es difícil hablar de reconciliación en situaciones de dictadura militar, un museo de la memoria puede contribuir a la profundización democrática del país. Garretón no descarta incluso que se pueda avanzar en el camino de la reconciliación, aunque matiza dicho concepto. “Yo creo que si entendemos bien la idea de reconciliación”, dice el abogado chileno, “este museo es un aporte fundamental a la reconciliación. El punto está cuando se habla de reconciliación, se habla de dos actores en circunstancias que son tres. El primer actor es el Estado, el segundo actor son los victimarios, y hay un tercer actor, las víctimas, Este museo va en la correcta dirección de establecer una reconciliación entre el Estado chileno y las víctimas, y me importan poco los criminales”.
Por su parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, felicitó al gobierno chileno por la inauguración del museo. “La iniciativa del Estado chileno representa un importante símbolo de la voluntad de lucha contra la impunidad y de la creación de una cultura democrática fundada en el respeto a los derechos humanos”, señala la Comisión en comunicado oficial.
¿Remover las heridas?
Sin embargo no debemos obviar al otro sector, el que se opone a la recuperación de la memoria por considerar que hay que seguir adelante y que, con la memoria, sólo se consigue revolver el pasado y reabrir viejas heridas.
“Las heridas no se pueden reabrir, porque están abiertas”, sostiene Roberto Garretón, y señala que la gente no se olvidó de lo que pasó, estuvo callada durante mucho tiempo.
Enseñar a generaciones futuras
Otro elemento que se ha destacado con la apertura de este museo, y también en los debates sobre la memoria que han surgido en distintos contextos en los últimos años, es la necesidad de recordar la historia para no caer en los mismos errores. Es una suerte de mirada al pasado para construir un mejor futuro.
La presidenta Bachelet así lo subraya: “Conservar viva la memoria de lo que nos pasó como sociedad, para que las nuevas generaciones asimilen las lecciones de nuestra historia y contribuyan a sostener el compromiso moral de impedir que la sociedad chilena cometa los mismos errores y los mismos horrores”.
En este sentido, el abogado Roberto Garretón tiene una opinión divergente de lo que suele ser la tendencia general. Para ello, Garretón cita la frase que dice: “Lo único que la historia enseña es que la historia nada enseña”. El debate está servido.
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