El 1º de abril de 2008, Mauricio Macri, anunció, el cierre de los Hospitales Borda y Moyano por problemas edilicios y en su reemplazo prometió la creación de 10 centros de internación psiquiátrica y atención ambulatoria distribuídos por toda la ciudad de Buenos Aires. Pero detrás de este anuncio se esconde un gran proyecto inmboliario que beneficiaría a muchos amigos del Jefe Porteño. ¿Mejoras para los Colifatos y Colifatas o Negocio Redondo?
El Hospital “José T. Borda” es uno de los primeros centros psiquiátricos de América Latina. Creado en 1863, en el barrio de Barracas como “La Finca de la Convalescencia” luego de una gran discusión pública en el Senado Provincial. “La casa para dementes” fue, en sus comienzos, un lugar en donde las mujeres de la alta sociedad desarrollaban su espíritu de “beneficencia” con los enfermos mentales de la época.
Lejos ha quedado ese ideal. Hoy el hospital es germinador de innovadores tratamientos en pos de una mejora de la calidad de vida de los Colifatos y las Colifatas. Cuenta con servicios de internación de corto y largo plazo, consultorios externos, hospital de día y noche, rehabilitación, área de formación e investigación profesional, programas de contención donde se trabaja la externación como la casa de medio camino, proyectos productivos, entre otros.
En el Borda se encuentran internados 2.000 pacientes y tiene mensualmente 43.034 consultas externas. Es por ello, que debe contar con 177 profesionales médicos, 117 no médicos, 318 enfermeros y 398 concurrentes ad-honorem.
Además de esta planta permanente, hay muchísima gente de la sociedad civil que realiza actividades de esparcimiento e integración de pacientes como La Radio la Colifata, el Frente de Artistas, Pan del Borda y los Molineros del Borda, ayudando así a desmitificar el imaginario colectivo de que al “loco” hay que esconderlo y encerrarlo por ser peligro para la sociedad.
Pero todo esto no interesa al Gobierno Porteño, su atención se centra en el terreno de 14,8 hectáreas sobre el que se asienta el Borda.
Desde el año 2002, la Corporación Buenos Aires Sur, una empresa conformada por el Estado de la ciudad y el sector privado (en la que se rumorea que se encuentran “empresas muy cercanas” al clan Macri y el ex ministro del Interior José Luís Manzano) está interesada en realizar un gran proyecto de desarrollo urbanístico.
En el terreno sobre el que se encuentra el Hospital más importante del país especializado en Salud Mental, se planea construir un gran complejo de departamentos de lujo y oficinas, con un amplio pulmón verde que, según la Corporación, “realzará y mejorará la calidad de vida de los habitantes” del barrio de Barracas … y al cual ningún vecino podrá acceder nunca.
La Corporación saldría ampliamente beneficiada gracias a un acuerdo interjurisdiccional, por el cual se le cederán los terrenos y recibirán como premio, por su gran proyecto, un paraíso fiscal por varios años. A su vez, Macri estará muy ocupado “licitando” entre conocidos la creación de doce hospitales de día con sólo 48 camas cada uno, casas de medio camino y nuevos centros de internación.
“El nuevo modelo de Atención de Salud Mental” será ejecutado en un plazo de 24 meses, y demandará la inversión de 160 millones de pesos, terciarizando así todo el sistema público de salud mental de la ciudad. Para el 2010 se estima que los pacientes con patologías complejas serán derivados a nuevos establecimientos y los otros deberán ser “reinsertados en la sociedad”.
Queda la duda sobrevolando: ¿cómo serán “reinsertados a la sociedad” los pacientes? Por parte del Estado de la Ciudad no hay comentarios al respecto ni proyectos que prevean la externación. Los colifatos y colifatas volverán a las calles pero para defender su espacio y sus derechos.
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