3 ene 2011

Flores en el Parque,
Ana y Lola quedaron para verse en un parque. Lola llevará flores. Ana llevará dudas. La indecisión de una se convertirá en actitud provocativa para la otra. Solo hasta que puedan darse los primeros besos.




Darse cuenta

En una fría tarde, nos encontramos con Karina Freire en una plaza en la ciudad de Mar del Plata, haciendo honor a su película favorita, Flores en el Parque.
Buscamos los rayos de sol que se filtraban por entre las ramas de los árboles, ubicamos un rinconcito y nos sentamos sobre el pasto. Esta mujer pequeña, inquieta, de voz fuerte y risa franca, nos envuelve con su afecto y se hace más llevadero el clima desapacible.
Karina es Presidenta de la Asociación Marplatense de Derechos a la Igualdad, AMADI y Secretaria de los derechos por la igualdad de género y discapacidad por el Partido Político, Generación Encuentro y Democracia, Gen, a nivel local. Más allá de su filiación política, nos convocaba, ahondar en ese camino de dudas y certezas con la que fue tapizada su sexualidad.

¿Cuándo empieza a manifestarse tu condición homosexual?


Hay que ver el contexto en la historia de uno mismo y del país. Yo nací en el año 71, hija de una familia católica, de clase media, aclaro estas cuestiones porque tienen bastante que ver.
Cuando yo era chica, todo la situación de ser lesbiana estaba en un estereotipo muy particular, se veían dos o tres lesbianas que eran “la raulito”, se decía que Marilina Ros, esas eran las imágenes que se tenía de ser lesbiana.
Como todo esto no está visible, cuando uno es chico, le van pasando cosas que no sabes que es lo que te pasa, si es ser lesbiana o ser homosexual, yo me acuerdo que cuando era chica, en vez de jugar con la típica muñeca, jugaba con autitos, que mis gustos en la playa era jugar con la pala, o jugar al circo pero nunca era la mujer, sino era el malabarista, me gustaban “Los Parchis”, pero la que me gustaba deñ era Yolanda, no Tino, a todas mis amigas les gustaba Tino y a mi no.( se ríe estrepitosamente)
¿Eran indicios?


Claro. Pero entonces en ese momento, hacia la defensa que hace un niño, no te das cuenta que sos homosexual. Después empezó la etapa de adolescente y como siempre había una profesora que me encantaba, por la que tenía más afinación. Y hoy pienso y si era demasiada fascinación con respecto a la de mis amigas.
Lo que mis amigas vivían con el profesor de gimnasia, yo lo vivía con la profesora, pero en fin la palabra ni sexo, ni amor.
A diferencia de lo que la gente piensa, que uno va a andar contagiando o diciéndole a todo el mundo lo que le pasa, es al revés, uno lo primero que hace es castrarse, tratar de que esto no salga a la luz, entonces mientras que todas tus compañeras hacen el juego de la botella, se dan picos, iban al gimnasio, se bañan todas juntas, yo al revés, a mi no me agarraban nunca.
Recuerdo la anécdota cuando se creó un gimnasio “plaza club” tenía vestuarios con separadores esmerilados, yo no me iba a bañar con nadie, esperaba que todos se bañaran y a lo último entraba yo. Mis compañeras se cambiaban adelante mío y yo no podía.
Uno va teniendo determinadas vivencias que no las ves en la homosexualidad, sino en que sos diferente.

¿Pero te casaste con una pareja heterosexual?

La verdad es que todos seguimos un mandato y el mandato familiar mío fue tener hijos y demás, mis hijos los tuve con todo el amor del mundo y los quise tener, no fueron hijos casuales ni mucho menos, pero es la conformación que uno tenía que tener. Yo hasta muy grande no me di cuenta.
Empecé evidentemente por descubrir mi físico, mi cuerpo, saber que ya era grande y que me querían igual por las cosas que hacía y no por mi cuerpo. Empecé a tener una relación un poco especial con mi mejor amiga ¿dentro del matrimonio? Nos mira con sus enormes ojos verdes, hace una pausa y nos responde “ Si”
Mi matrimonio específicamente, fue muy particular, yo estaba casado con una persona 20 años mayor que yo, que parece casual, pero creo que no fue casual nunca, sino que uno busca el perfil de la persona con la que más le conviene a la vida que tiene que vivir.


¿Qué te enamoraba de él?


Se acomoda, recoge unas hojitas del pasto, y nos cuenta:”A mi me enamoraba de él que podíamos hablar, compartir, salir y obviamente las relaciones sexuales eran más relegadas que si el hubiera tenido la misma edad que yo. Era un buen amigo, un padre, un compañero, la sexualidad no fue lo más primordial en nuestra pareja, no es que te conformas, pero cuando no conoces otra cosa te parece que eso esta bien, hasta que un día comienzas a descubrir otras cosas.

¿Qué otras cosas?

Y, ya no tenía esas presiones de chica y me encontré con que quería hacer otras cosas con mi amiga, ir al gimnasio, ir al cine, a todos lados con ella y me empecé a replantear porqué yo me sentía tan allegada a esa persona y no a otra y evidentemente a sentir otras cosas, cuestiones de piel que me hicieron clic en la cabeza.
Y por como yo pienso la vida, en vez de probar con otra cosa pensé que un profesional era lo mejor que me podía pasar y antes de decírselo a alguien, fui a un profesional y tuve la suerte, lo repito siempre, de ir a un profesional que me dijera: “y bueno serás lesbiana” y ahí sentí un gran alivio.¡ Quería que me sacaran el mal!.


¿Qué te sacaran el mal?


Nosotros, los homosexuales, estamos como condenados a el sufrimiento, por ejemplo vos tenés padres que te aceptan tu homosexualidad, pero lloran y cuando les preguntas la razón del llanto te dicen que es porque por ser homosexual vas a ser infeliz.
La sociedad por ahí admiten que te acuestes con una mujer o un hombre, pero el concepto de felicidad no esta concebido para nosotros. Yo también temía a eso, que ahora que voy a ser homosexual, voy a ser infeliz toda la vida. Pensaba que iba a hacer infeliz a mis hijos, a mí y a mis amigos.
Tuve la suerte de encontrar un buen profesional, hay gente que no la tiene y que los psicólogos les dicen que se acuesten con otras personas o intentan curar a los homosexuales como si fuera un enfermedad.
Cuando el psicólogo me dijo eso, hice otro proceso, quise vivirlo como de abajo para arriba, lo primero que hice fue tratar de ir a un boliche, ver si verdaderamente eso era lo que me pasaba, pensaba que solo me gustaba mi amiga y bueno empecé a ir a boliches, empecé a darme cuenta de que me gustaba seducir a otra mujer me encantaba, que me seducirán me encantaba. Sentía diferente, me latía el corazón, quería vivir.
Mi matrimonio para ese entonces estaba bastante desgastado y lo primero que hice fue mantener mi esquema familiar y yo de vez en cuando vivo, mi marido me lo permitía. Después se hizo imposible porque me enamore y cuando me enamore, no podía condenar a otra persona a vivir una vida de porquería, de mentira, entonces ahí fue cuando nos separamos y cada uno vivió en sus casas diferentes, compartimos las tenencias de los hijos.

¿Él se la vio venir?


Yo creo que si, sobre todo la relación con esta amiga (que me enamore), es más, nosotros ya estábamos separados, pero se lo dije igual. El pretendía volver y yo le dije lo que era. El automáticamente la culpó a mi amiga, como la responsable de mi elección. Buscaba un culpable.
Hizo un proceso bastante lento, tuve oportunidades de un montón de cosas, yo lo comprendí, lo contuve lo que pude y hoy no me lo perdona, pero es así. Cuando recién me separe, uno paga sus culpas con algo y le di todo a mi marido, la casa, la camioneta, el negocio y me fui yo. En realidad pensaba preservar en mis hijos esa vida normal y yo solo iba y los visitaba.


¿Los chicos no reclamaban tu presencia?


Se emociona, sonríe y nos responde “Un día mi hijo Maximiliano viene y me dice:”mama yo quiero vivir con vos, basta con esta porquería”, ahí reaccione. Es muy sabio, me decía que comamos todos los días lo mismo, no importa yo quiero vivir con vos .¿Y la nena? La nena tiene 6 años y está con él.
El primer camino fue siempre tratar de conservar el esquema de la supuesta normalidad y después me di cuenta que era inútil, pero uno por la imposición de esa cosa católica, del “no vas a ser feliz”, es tremenda. A Oscar, mi ex marido, le dolió más que yo lo haya dejado por una mujer que por un hombre. El no pudo pelear contra nadie, sólo contra mi sexualidad.
Hablas mucho de normalidad en las relaciones heterosexuales, ¿cómo manejas la culpa y empiezas a ver tus relaciones homosexuales normales? Se vuelve a acomodar, entrecruza las piernas, estira el torso, se muerde el labio inferior, infla los cachetes, mira hacia arriba y con timidez nos relata: “ Empecé a probar primero, después me enamore y consulte de nuevo al psicólogo para preguntarle que hacía con mis hijos y el psicólogo me recordó que yo había pasado y explicado otras cosas, porqué no le explicarías esta. Me aconsejo que esperara el momento en el que mis hijos me preguntaran y que les cuente la verdad.
Así fue, espere hasta que un día vi a mi hijo mal y mi ex marido me acuso a mi y a mi elección de su mal estar, sentí angustia por ver a mi hijo y me senté a hablar con mi hijo.
Le pregunte si quería contarme o preguntarme algo, yo ya había convivido con una pareja, mi vida era la misma. Salvo el hecho de la cama, todo lo demás de la vida es lo mismo.


¿El nene preguntaba?

Maximiliano no me quiso preguntar nada y bueno le comencé a contar lo que había pasado, le comente que la relación que tenia con cierta persona, era una relación de pareja y el me respondió que ya lo sabía. Le pregunte que pensaba de eso y me contesto “yo nunca te vi tan feliz y si vos sos feliz, yo soy feliz también y me dijo que vamos a comer”, le pregunte ¿nada más?, me dijo que no, que no había nada más de que hablar.
La nena que es más chiquita hace dibujitos y nos hace a mi pareja, a mi, a ella y al hermanito cuando está en mi casa y cuando va a la casa del padre, dibuja a la familia del padre. Nunca me dijo nada, tiene 6 años.
Yo decidí que el beso, si bien es fundamental en la pareja, no dármelo enfrente de ella, hasta que no preguntara. Todo lo demás es la vida normal nuestra.
Una pareja me dijo el otro día, que el problema lo tenía yo, porque hasta que no lo naturalice le niegas a tu hija, la posibilidad de que te pregunte. Yo todavía tengo que vivir muchos procesos.
Soy coherente conmigo misma y no lo quiero hacer, ni decirle por lo que me diga otro, porque es una situación de militancia.

¿Vos te sentís un hombre?


Se ríe, “Decían Karina es machona y eso a mi me hacia re mal. No quería que me vieran como la raulito, mucho de mi proceso de no querer aceptarme como gay, es por, no haberme masculinizada, me gustaban las mujeres, yo quería seguir siendo mujer, me encantan los vestidos, me encanta usar tacos, me gusta pintarme, pero soy lesbiana, yo no sabia que eso se podía, me castre mucho tiempo.

¿Cómo es eso de que te castraste mucho tiempo?

El tema de ser machona me paso también con amigas mías, que yo decía con esa no me junto porque son machonas, a las mismas mujeres de mi condición por no ser como yo pensaba.
No tengo perjuicios, los tenía. Es todo un proceso. Es como los gays ahora con los trans, con la ley seguramente se va a cambiar. No se entiende como una persona no se define.
El proceso cuesta mucho. Lo mismo pasa con el HIV, cuesta muchísimo. Nos costaba entender las campañas contra el HIV que hacían los trans, nos traían preservativos para repartirlos y nosotros no queríamos que nos caracterizaran con ellos.


¿Otra vez los diferentes los no normales?


Y si. Tuve perjuicios con mis hijos también, de que sufrieran por mi elección. Cuando era chica, tenía una compañera que los padres se habían divorciado, fue la época de los primeros divorcios. Y viendo el tema con mis hijos, ella sufrió porque sus viejos eran divorciados. Los míos sufrirán porque tiene una madre lesbiana, yo sufrí porque mi vieja me cagaba a piñas, por lo tanto el querer evitarles el sufrimiento a los demás no es posible, cada uno tiene que hacer su vida.
El prejuicio no tiene nada que ver con la sexualidad sino que son de las personas.


¿Te molestan los estereotipos?


Seria responde: “Ahora ya no molesta, convengamos que el puto televisivo que es aceptado es el que tiene dinero, el de clase media alta. Son los Piazza, Florencia de V porque no se le nota, Sandra Mianovich en realidad porque no dice que es lesbiana.
El pobre y puto no lo quiere nadie, el afeminado extremo que además es pobre, no lo quiere nadie.


¿Maximiliano te acompaña en las actividades?

Si le gusta. Nunca le impuse que él tuviera que acompañarme en las cosas, él tiene una idolatría en el perfil de trabajar por los demás. Él no tiene prejuicio.
La historia de AMADI en Mar del Plata es reciente, ¿fue muy difícil la concreción de ese proyecto? Se anima y relata con detalles: ”Mi mujer tenía un buen trabajo, yo estaba estresada, entonces mi mujer me dijo que me dedicara a algo que me gustara a mi y teníamos nuestro manguito, entonces yo en ese momento decidí hacer un programa de radio de gays.
Hice un programa que se llamaba radio gallo, primer programa de aire de la comunidad gay del país, lo escuchaban por Internet en todos lados.
“Radio Gallo” era un programa cómico, con los formatos básicos que conoce la gente, la gente nos llamaba interactuábamos, teníamos una señora grande y heterosexual, un flaco que hacia de heterosexual y viril, un chico que era transformista un chico que era gay y yo que era de lesbiana. Teníamos nombres de fantasía por el miedo que nos reconocieran en la calle.
Tuve que dejar el programa por problemas económicos y antes me había contactado con, María Rayita y Esteban Paolloski, ellos empiezan a trabajar el tema de los matrimonios, y empieza a preguntarme si conocía a gente que se quisiera casar para preparar los papeles legales. Venían desde Buenos Aires, entonces ahí pensé que era el momento, el programa de radio era exitoso y yo había hecho un núcleo de oyentes, entre los oyentes y amigos esa misma tarde los convoque y les conté que era lo que se quería hacer. Se pensó en crear una asociación porque no nos sentíamos representados en Mar del Plata y ahí fue donde se creó AMADI. Asumimos el compromiso, como cosa de amigos, le pusimos el nombre, hicimos un picnic en el parque San Martín para festejar el mismo amor, entonces podía ir gente que se identificara con AMADI o no. Hicimos una junta de firmas porque se acercaba la ley de matrimonio y conseguimos juntar en mar del plata ocho recursos de amparos, mar del plata fue la tercer cuidad con mayor cantidad de parejas que se iban a casar.
En ese proceso pasamos de ser chicos que no nos conocía nadie a ser chicos que nos reconocían en la calle porque nos habían visto en el picnic o en la junta de firmas.
Cada vez empezamos a darnos cuenta de las responsabilidades que teníamos cada uno. Ya no lo hacíamos por nosotros mismos, para hacerlo por los demás.
Empezaron a manifestarnos gratitud por lo hecho. Mucho llanto, mucha angustia, porque la discriminación nuestra es muy silenciosa y el diaria.
No te das cuenta, pero en el lenguaje, en lo corporal, en la religión, en los partidos, todo el tiempo hay discriminación hacia nosotros, los homosexuales.


¿Con agresión física?


Nunca me pegaron, pero la discriminación no pasa solo por eso, si yo estoy en mi trabajo, siendo mujer y tenés un compañero de trabajo que al pasar un chico que parece ser homosexual y lo escuchas discriminándolos, evidentemente con ese contexto nunca vas a salir del closet, terminas con un agujero en el estomago.
Todos salimos del closet juntos, cada uno como pudo, con el tema de las reuniones, el pertenecer a una asociación era una contención para nosotros, ya no es lo mismo que juntarse con los amigos “putos”. Cada uno se fue soltando y diciendo lo que hacía.
Cuando empezamos a salir en los diarios, en la televisión y padres se enteraban donde estaban sus hijos, los ven felices, nos ven feliz.
Que yo haya sido más grande y que haya tenido una familia y que ellos puedan ver que yo tenía una familia homo parental.
No éramos chicos del ambiente de la noche, tenían mi imagen de que era posible y el trabajar en un lugar público. La mitad de los chicos de AMADI no tenían trabajo así que teníamos tiempo para reunirnos.
La historia de AMADI es explosiva, chicos que venían de la facultad, de humanísticas, filosofía, letras, una combinación de cosas, de ideas, de cabeza, de tiempo.
No hubiera sido lo mismo AMADI si lo encaraba un varón solo. La presidenta de AMADI (yo) tiene una familia que puede mostrar. Lidiar con una ley de matrimonio, con una presidenta que tenía una familia atrás.


¿Que provocó en tu vida tanta visibilidad?

Hizo un cambio en mi, por más que me gusta militar y todo lo que tiene que ver con eso, me dio una responsabilidad mayor. Me dio pilas para seguir adelante, para asumir responsabilidades, la militancia lleva un montón de tiempo, no voy por mi sola, voy por la calle y soy la presidenta de AMADI. Me contaron miles de historias.
Hacemos fiestas, hacemos regalitos, los tratamos de identificar siempre. Te lo agradecen como si les hubieras salvado el mundo, pero el tema es pertenecer.

Las relaciones homoparentales ¿son difíciles de mantener?


No, yo estuve tres años, me case con fiesta, no legalmente. Cuando nadie hablaba de casamiento entre dos mujeres, fuimos a reservar el salón. Entramos con maxi (mi hijo) de la mano, como un chiste un día mi hijo nos dijo que nos teníamos que casar y ahí empezó todo. El casamiento fue igual al de una persona heterosexual.
Las relaciones son exactamente iguales que los demás, influyen las mismas cosas de la vida. Mi pelea fue por mi dedicación a la vida pública, como cualquier otra pareja que tenga el mismo tipo de vida.


En tu vida, ¿ la sexualidad fue tu único desafío?

No. Yo nací en una villa, la luche toda la vida, necesito la participación, quede viuda cuando tenía ocho meses de embarazo de mi hijo Maxi, que no es de este matrimonio sino del anterior. (Este es el tema que el psicólogo le dijo que si había podido explicar otras cosas, lo de ser lesbiana también se lo podía explicar). Mi otro matrimonio también fue con una persona que nos llevábamos 20 años de diferencia. Mi hijo maxi tenia una año y medio cuando conocí a mi última pareja (hombre) y vivía con el por más que no fuera el padre biológico.
Me cambie el apellido a los 18 años. ¿Por qué? Porque quería que mis padres adoptivos tuvieran el mismo apellido que yo. Cuando uno nace luchador y se arremete a la vida, yo quise entrar a estudiar al Illia el mejor colegio de Mar del Plata y no lo creían posible porque yo venía de la villa y me prepare y logre entrar.


¿Tu tarea social no se circunscribe sólo a AMADI?

Es cierto. Fui la creadora del centro de estudiantes en la carrera de Servicio Social que había sido cerrada por los milicos en la dictadura. Toda mi vida fui de ir por mis convicciones. Me gusta darle a los demás lo que me hubiera gustado que me den a mi. Tiene que ver con las vivencias, tener un año y medio y ser abandonada implica que vos necesitas una mano.
Cuando falleció mi esposo que estaba embarazada de ocho meses, me vi en la sala del velatorio y me di cuenta de que estaba re sola. Y nadie se daba cuenta que yo tenía 20 años y que perdí una familia y tengo ocho meses de embarazo y ahí me di cuenta que la gente no se da cuenta, que vive su propia vida, no por maldad, nunca comprende el dolor del otro.
Ahí es cuando me di cuenta que no quería estar en mi pequeño mundo, si yo puedo hacer algo para el otro, es mi felicidad. A mi me hace bien ayudar al otro.

Nos despedimos de esta Flor en el Parque, que tiene tanta fuerza que parece no entrar en el frágil cuerpo, Karina se despide, mira el reloj y parte al encuentro de los chicos que esperan la merienda en la villa dónde colabora.

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