28 feb 2010

Alicia y sus Pesadillas


Alicia en el país de las pesadillas
En Londres, el director adelantó detalles de la nueva adaptación de la obra de Lewis Carroll, que se estrena el jueves

De la mano de Tim Burton y su inagotable imaginación, el mundo fantástico de Alicia cobra otro relieve. Johny Depp es el sombrerero loco

¿Cómo fue que alguien no lo pensó antes? ¿Cómo fue que, releyendo Alicia en el País de las Maravillas y su continuación, A través del espejo y lo que Alicia encontró allí , de Lewis Carroll, y descubriendo que el primer manuscrito del autor victoriano se llamaba Aventuras subterráneas de Alicia, nadie pensó que éste era el material perfecto para que Tim Burton hiciera una película de las suyas, para que el director de El joven manos de tijeras se deleitara con ese mundo absurdo y oscuro que una nena llamada Alicia creyó maravilloso? Pero no lo es. Al menos en la versión que Disney estrenará este jueves en la Argentina, donde la protagonista del cuento ya tiene 19 años, no recuerda alguna vez haberse caído por la madriguera de un conejo con chaleco y reloj de bolsillo, y por eso, otra vez su irreprimible curiosidad, volverá a caer. Y lo que encuentre allí tendrá un aspecto mucho más tenebroso. Tal vez porque la tecnología de 3D puso la lupa sobre ese aspecto que siempre estuvo en las intenciones de Lewis Carroll. O quizá fue Burton. Experto en imaginar mundos muy parecidos al nuestro, pero siempre algo más extraños y repletos de personajes tan tiernos como solitarios, el director -como ya le había ocurrido con Roald Dahl en Charlie y la fábrica de chocolate y con Stephen Sondheim en Sweeney Todd, el barbero demoníaco de la calle Fleet -, impuso su lenguaje visual al servicio del relato de otro. Ahí están sus árboles con ramas en rulo, sus contrastes de luz y sus actores fetiche Johnny Depp -en su séptima colaboración con el director- como el sombrerero loco, y Helena Bonham-Carter, quien mucho antes de transformarse en su pareja ya parecía uno de sus personajes.

Maestra de ceremonias
Es ella, la actriz británica que los medios de este país califican incesante y cruelmente como la mujer peor vestida del universo, quien servirá como una informal presentadora de Burton. Minutos antes de que el realizador ingresara en la sala donde lo aguarda un puñado de periodistas del mundo entero -entre ellos LA NACION-, Bonham-Carter muestra fotos de sus hijos Billy y Nell Burton, cuenta cómo pensó en su hija de tres años al crear a la caprichosa y gritona reina de corazones que interpreta en la película, y, de paso, explica a su marido: "Cuando hace un film, vive quejándose. Uno pensaría que después de tantos años debería resultarle más fácil, pero no. Siempre le digo que no está obligado a hacer películas, que se puede quedar en casa dibujando. Pero luego lo veo en el set y me doy cuenta de que allí está realmente feliz".

Cinco minutos más tarde, en la silla que la excéntrica actriz dejó vacante, se sienta el director que rescató a Batman del olvido y consagró a sus villanos mucho tiempo antes de que Christopher Nolan hiciera lo mismo. Despeinado, alto, pero no tan desgarbado como uno se lo imagina, Burton parece nervioso como si éste fuera su primer día de dibujante en los estudios Disney, de donde un día lo echaron y en los que ahora desarrolló Alicia en el P aís de las Maravillas

"Desde un primer momento, le expliqué a la gente del estudio que no haría una película más oscura de lo que fuera necesario. Simplemente, usé un material que, de por sí, es extrañísimo. No necesita una capa extra de oscuridad. Mi objetivo fue hacerle justicia al subversivo original. Si hubiese sido escrito hoy, probablemente lo censurarían. Ni siquiera se hubieran animado a ponerlo en la categoría de literatura infantil o para jóvenes", se entusiasma el director. Y cuando Burton se entusiasma, las palabras le salen atropelladas, casi tartamudea y las manos cobran vida propia. Gajes del oficio de dibujante.

-Tus películas siempre ocurren en el umbral entre el sueño y la realidad. ¿Por qué volvés siempre a ese espacio en tu imaginación?

-Me mantengo allí porque la sociedad intenta diferenciar entre la realidad y la fantasía cuando, para mí, el mundo borra cada vez más la línea que supuestamente los separa. El mundo se está volviendo más extraño, no más normal. La fantasía siempre fue mi modo de explorar la realidad. Eso fue lo fantástico de este guión (escrito por Linda Woolverton, de El rey León y La Bella y la Bestia ), que se mete con la idea de que tu vida interior y tus sueños son una herramienta para lidiar con las cosas importantes de la vida.

-¿Qué te interesó de la historia original que hizo que aceptaras este proyecto?

-Más que la historia, lo que me atrapó fueron los personajes. Ni siquiera me acuerdo de cuándo leí el libro, pero siempre tuve muy en claro sus personajes. Están metidos en la cultura popular.

-¿Por qué crees que es así?

-Esa es la belleza de esta historia. Fue analizada de arriba abajo cientos de veces y nadie termina de dar una respuesta. Carroll construyó algo que no podés penetrar con tu cerebro, pero que va directo al corazón. Después de todos los ensayos escritos al respecto, al final, permanece el misterio y, al mismo tiempo, su poder se mantiene. Para mí, ese es el tipo de material más fascinante y puro que podés crear. Carroll influyó en nuestra manera de ver los sueños, de analizarlos; nos inspiró para utilizar todo ese material para tratar con nuestras vidas. Con esta versión, intentamos ser respetuosos con lo que estos personajes nos dieron.

Esos personajes de los que habla el director son la curiosa Alicia, interpretada por la australiana Mia Wasikowska ( In Treatment ), el apurado conejo (cuya voz en las pocas copias en inglés que se estrenarán en la Argentina corresponde a Michael Sheen, el actor de La reina y Frost- Nixon: la entrevista del escándalo), el misterioso gato de Cheshire (con la voz de Stephen Fry), la reina blanca (Anne Hathaway) y el sombrerero loco, otra bizarra creación de Johnny Depp.

-¿Cuál es el secreto del éxito de la sociedad artística Burton-Depp?

-Una de las razones es que no la analizamos demasiado. Hicimos siete películas juntos y probablemente hagamos otras más, pero no las contamos. Vivimos en el presente. Tenemos gustos similares. Nos entendemos rápido, pero no es por eso que trabajamos juntos. La idea es hacer lo mejor posible, porque estás gastando la plata de otra persona. Y no sólo se trata del presupuesto, sino de hacer lo mejor como artista. Por eso, trabajo tanto con Johnny.

-¿Fue intimidante hacer otra versión de un cuento que ya tuvo tantas?

-No creo que ninguna de las anteriores haya quedado como una marca demasiado fuerte y eso ayudó. Y también lo hizo el hecho de que fuera en 3D. Me pareció que era la mezcla perfecta entre contenido y medio. Eso fue lo que me mantuvo superentusiasmado durante todo el proceso.

-¿El 3D es el futuro del cine?

-Hollywood tiene la tendencia a resistirse a todo, hasta que finalmente lo acepta como si fuera una cuestión de vida o muerte. Así que prepárense, porque en los próximos meses verán un grupo de películas en 3D realmente malas. Ahora quieren hacer todo con esta tecnología. Creo que es una gran herramienta. Es como el color o el sonido. Esta fue la primera para mí y, ciertamente, me dejó pensando.

Habrá que agradecerle al 3D, entonces, porque cuando Burton piensa, el resultado suele ser una película oscura, tenebrosa, tierna, divertida y, sobre todo, maravillosa.

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