Una gira para cicatrizar heridas
Hillary Clinton, inicia su primera gira latinoamericana para intentar cumplir la promesa de acercamiento formulada por Barack Obama. En su viaje, ensombrecido por el terremoto en Chile y con una escala imprevista en Argentina, la secretaria de Estado busca sumar el apoyo de Brasil para aumentar las sanciones contra Irán por su controvertido programa nuclear.
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Rodham Clinton, inicia este lunes su primera gira por América Latina en Montevideo, donde asistirá en una visita relámpago a la investidura del nuevo presidente uruguayo, el ex guerrillero de izquierda José Mujica.
La jefa de la diplomacia estadounidense anunció para este periplo, que la llevará por seis países, “un diálogo franco” y “respetuoso” con los líderes regionales, entre ellos el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, de quien espera recabar su apoyo para incrementar las sanciones contra Irán.
El viaje de Clinton se ve ensombrecido por el terremoto que sacudió el sábado Chile, país que visitará el martes para repetir en Santiago la oferta de asistencia que el presidente estadounidense Barack Obama formuló a su par chilena Michelle Bachelet.
"Nuestro hemisferio se une en tiempos de crisis y nosotros vamos a estar hombro con hombro con el pueblo de Chile en esta emergencia", aseguró el sábado Clinton, quien también se reunirá con el presidente electo Sebastián Piñera.
Una de las metas del viaje de Clinton es concretar la promesa pendiente de Obama de un acercamiento con la región. La diplomacia estadounidense intentará revertir el alejamiento creado con varias capitales latinoamericanas que criticaron la postura de la Casa Blanca tras el derrocamiento del presidente de Honduras, Manuel Zelaya, así como el posterior reconocimiento de su sucesor, Porfirio Lobo.
La utilización de bases colombianas por parte de militares estadounidenses es otro de los contenciosos con los gobiernos de izquierda latinoamericano.
“No cumplió con las expectativas”
Otro de los imprevistos en la agenda de Clinton es la escala en Buenos Aires, anunciada este lunes. Después de Montevideo, la diplomática llega a la capital argentina para entrevistarse con la presidenta Cristina Kirchner, quien la semana criticó en duros término a Obama, al expresar que el mandatario estadounidense "no cumplió con las expectativas" de la región. El departamento de Estado norteamericano retrucó entonces afirmando que Obama es más popular que otros líderes regionales.
Pese a estas discrepancias, Clinton ve en el Gobierno argentino un aliado a la hora de sumar apoyos para aumentar las sanciones contra Irán, sospechado por la justicia argentina de estar detrás del atentado de la AMIA en 1994 que dejó 85 muertos.
En este sentido, será clave el encuentro de Clinton con el presidente brasileño Inacio Lula da Silva, cuyo país es miembro temporal del Consejo de Seguridad de la ONU.
Lula, quien defiende el derecho de Irán a desarrollar ese programa pacífico, viajará a ese país en mayo, luego de que el presidente Mahmud Ahmadinejad visitara Brasil en noviembre.
Clinton preparó su encuentro con Lula, y antes de su llegada a Brasil, envió al encargado norteamericano para dialogar con las superpotencias por las posibles sanciones a Irán, el subsecretario de Estado, William Burns.
"Diremos a nuestros homólogos brasileños que les animamos a que exhorten a Brasil a recuperar la confianza de la comunidad internacional cumpliendo con sus obligaciones internacionales, con las cuales sentimos que no han lidiado", adelantó el adjunto de Clinton para América Latina, Arturo Valenzuela.
El viaje de Clinton, que se extenderá hasta el 5 de marzo, la llevará luego a Costa Rica, donde se entrevistará el presidente Oscar Arias y la mandataria entrante, Laura Chinchilla, y culminará en Guatemala, donde se reunirá con un grupo de líderes centroamericanos, entre ellos el jefe de Estado hondureño, Porfirio Lobo.
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