Relato de Romina sobre la murte de Lucia en el Camino del Inca hacia el Machu Pichu

"Yo siempre supe lo que había pasado", es la frase que repite una y otra vez Romina Campo quien, desde la clínica privada Cima, de Cuzco, contó a cómo fue el derrumbe en el que perdió la vida su amiga, Lucía Ramallo Sarlo, en la madrugada del lunes pasado, cuando ambas dormían en una carpa en el parador Wiñay Wayna, a pocas horas de llegar al Machu Picchu.

Romina tiene 24 años, estudia relaciones laborales en la Universidad de Buenos Aires (UBA), es oriunda de Macachín, en la provincia de La Pampa, y sobrina del actual vicegobernador, Luis Campo.

Las jóvenes habían comenzado el 10 del actual el viaje que duraría un mes. "Eramos amigas hace unos cuatro años y viajábamos juntas fuera del país por primera vez", dijo la joven antes de contar cómo fue el derrumbe.

"Estábamos durmiendo, eran como las 3 de la mañana. Nos habíamos acostado a eso de las 10. Ya sabíamos que estaba complicado en Aguas Calientes, nos lo dijeron los guías, que también nos comunicaron que nos calmáramos", recordó con la voz entrecortada.
Audio: « Siempre supe lo que había pasado», dijo Luz Romina Campos

"En eso se oye como una piedra y escucho el grito de Lucía. Yo pensé que estaba soñando, ésa fue mi primera impresión. Nuestra carpa estaba armada frente a una terraza y, cuando me desperté, se me caía el muro encima".

La joven continuó con su relato pormenorizado de la tragedia, como si se tratase de un verdadero cuento de terror.

"Empecé a gritar muchísimo y a Lucía no la escuché más. Nunca más. Caían muchas piedras y yo traté de salir por abajo. Los que estaban en el campamento se acercaron a socorrerme. Me tiraron de la bolsa de dormir y quedé agarrada. Pedí que dejaran de tirar para no cortarme. Después intenté salvar a Lucía, pero no pude, no pude".

Romina salió caminando; cuando sacaron a Lucía, la alejaron de ella para que no viera a su amiga, descompensada.

"Yo estaba angustiada, pero consciente y vi cuando le pusieron una máscara de oxígeno porque ella intentó respirar", relató Romina y agregó: "Por como estábamos en la carpa, entiendo que lo que le sucedió fue que [el muro] le pegó en el lado izquierdo de la cabeza. Ella, con el impacto, se movió. Fue un momento. Después no se movió más".

Romina terminó de explicar cómo fue la trágica noche, con la frase que la acompañó todo el tiempo. "Yo siempre supe lo que había pasado".
La travesía hasta Cuzco

Sobre su traslado hasta la clínica de Cuzco, Romina contó: "Estuve asistida desde las primeras horas, incluso un turista que era médico me puso algo para que no sangrara".

"Durante unas cinco horas me bajaron en camilla desde el Camino del Inca hasta Machu Picchu. Estuve ahí media hora y, después, unas tres horas más en camilla hasta Aguas Calientes. Desde allí me trasladaron en el helicóptero militar hasta Cuzco", recordó la joven que, tras realizarse los estudios médicos pertinentes, confirmó que se encontraba en buen estado de salud y a la espera de recibir el alta médica.

La joven agregó: "Vine sola porque no permitieron que me acompañara ninguno de los que integraban el grupo".

" Me hicieron una tomografía y está todo bien. Sólo tengo hinchada la cabeza por el golpe y me dieron ocho puntos", contó la joven.

En el mediodía de ayer, Romina fue dada de alta y, junto con su primo Matías Colombatti, se preparaban para regresar en las próximas horas a la Argentina. Estaban decididos a hacerlo en el vuelo en el que trasladen el cuerpo de su amiga, Lucía.

Fuente: La Nación